Las hojas son muy importantes para las plantas: sin ellas, no podrían realizar la fotosíntesis ni, por lo tanto, crecer. Pero hay algunas que viven en zonas donde el clima en invierno es demasiado frío que han tenido que desarrollar una estrategia muy curiosa para sobrevivir: dejar caer sus preciadas hojas.
Estas partes son muy delicadas y frágiles, por lo que mantenerlas durante la temporada invernal supondría un gasto enorme de energía. Pero, ¿cómo sobreviven las plantas caducas en invierno?
Cuando se mira, por ejemplo, a un árbol sin hojas enseguida podríamos pensar que está seco; no en vano, si no tiene hojas… ¿cómo puede respirar? Pues, aunque parezca sorprendente, lo hace, consigue mantenerse vivo gracias a unos poros de tejido esponjoso llamados lenticelas que se encuentran tanto en el tronco como en las ramas de las plantas con crecimiento secundario, es decir, en aquellas en las que hay dos meristemas laterales (son tejidos responsables del crecimiento), los cuales incrementan el diámetro del tronco más que su longitud.
Una vez que el ser vegetal se ha quedado sin hojas, las lenticelas pasan a encargarse de todo. Sin ellas no podrían intercambiar gases entre la atmósfera y el interior de la corteza, y por lo tanto, no podrían sobrevivir al invierno, durante una estación en la que la falta de luz, las temperaturas bajas, la nieve y el granizo ponen a prueba al resto de animales y plantas que viven en los campos y bosques.
Así pues, mientras la apariencia exterior de la planta nos parece indicar que está dormida, el interior del tronco y de las ramas hay una actividad frenética para poder continuar con la respiración y la síntesis de enzimas que estimularán el crecimiento de las yemas en cuanto el tiempo comience a mejorar.
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El artículo Cómo sobreviven las plantas caducas en invierno ha sido originalmente publicado en Jardineria On.