Altas temperaturas, escasa pluviometría… y unos arbustos que necesitan que le mantengamos el sustrato húmedo para que puedan alegrarnos la vista con sus preciosas y delicadas flores. Para llevar a cabo esta tarea, en esta ocasión voy a contarte todo sobre el riego de los rosales en verano.
Sigue estos consejos para que puedas disfrutar de tus plantas sin preocupaciones.
Los rosales son unos arbustos amantes de la humedad. Pero es importante señalar que, si bien el sustrato debe de permanecer siempre con cierto grado de la misma, no tiene que estar encharcado, pues de lo contrario las raíces podrían llegar a pudrirse. Así, antes de saber con qué frecuencia tenemos que regar, debemos de hacer un -muy- breve estudio del clima de nuestra zona, el cual básicamente consistirá en comprobar cada cuánto llueve, y con qué intensidad. Si caen unos 10 litros, no es necesario que reguemos, pero si sólo caen cuatro gotas… es muy posible que el sol las evapore en cuestión de segundos, impidiéndole al rosal poder aprovecharlas.
En climas secos y cálidos, es muy recomendable regar cada dos días, e incluso a diario, especialmente si las temperaturas superan los 30ºC. Para llevar a cabo esta tarea, si nuestros rosales están en maceta, nos haremos con una regadora y la llenaremos de agua; después, sólo quedará darles de ”beber” a estas hermosas flores, empapando bien el sustrato. Si los tenemos en tierra, podremos usar la manguera para este fin. Hay que evitar mojar las hojas y los pétalos, a menos que sea por la tarde-noche, pues de lo contrario podría producirse lo que se conoce como efecto lupa (que sucede cuando un rayo solar impacta con el agua, pudiendo quemarlas).
Aprovecha uno de esos riegos para añadirle al agua unas gotas de abono líquido específico para rosales, o guano. Así tendrás una mayor cantidad de hermosas rosas 
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El artículo Aprende todo sobre el riego de los rosales en verano ha sido originalmente publicado en Jardineria On.