El aliso es un árbol de crecimiento muy rápido que es uno de los mejores candidatos para plantar en aquellos jardines donde se precisa de manera casi urgente un rincón donde protegerse del sol. Con una altura de hasta 25 metros, esta planta quedará de maravilla en cualquier lugar, siempre y cuando el suelo se mantenga húmedo, ya que sus necesidades hídricas son muy altas.
Así pues, si vives en un clima húmedo, el aliso es para ti.
Características del aliso
Nuestro protagonista, llamado científicamente por el nombre de Alnus glutinosa, es un árbol de hoja caduca perteneciente a la familia botánica Betulaceae. Es originario de Europa, Asia y noroeste de África, y crece siempre cerca de ríos y riberas. Crece hasta una altura de 25m, con un tronco más o menos recto con corteza pardo-grisácea. Sus hojas son redondeadas, pecioladas, con el borde ligeramente dentado.
Es muy rústico, pudiendo crecer tanto a nivel del mar como en altitudes más altas (hasta 1300m). Eso sí, es importante saber que necesita suelos fértiles, frescos y húmedos, con un pH bajo, entre 4 y 6,5. No soporta la cal, pero sí las heladas de hasta -18ºC.
¿Cómo se cuida?
Para tener un aliso sano y fuerte en el jardín es muy necesario tener en cuenta que es una planta que ocupa mucho espacio, por lo que su plantación en el suelo sólo se recomienda en aquellos espacios amplios. Además, se ha de ubicar en una zona donde le dé el sol de manera directa, para que pueda crecer y desarrollarse de manera adecuada.
Por lo demás, el suelo o el sustrato han de tener buen drenaje, y estar siempre húmedos. Desde primavera hasta verano es aconsejable abonar con abonos orgánicos, como guano o humus de lombriz. Así, en cuestión de muy poco tiempo (pocos años) tendrás un ejemplar muy bello gracias al cual podrás pasar unos veranos más frescos .
¿Qué te ha parecido el aliso?
El artículo Aliso, un árbol rústico para protegerse del sol ha sido originalmente publicado en Jardineria On.