¿Quieres ahorrarte poco dinero, tener un rincón verde de ensueño y además cuidar del medioambiente? ¿Crees que eso no es posible? Entonces, déjame explicarte cómo es un jardín sostenible. Un tipo de jardín ideal, sobretodo, para aquellas personas que no tienen mucho tiempo para dedicarle, o bien que, como decía, quiere prescindir de los productos químicos.
Así que entremos en materia.
Un jardín sostenible es aquel que precisa de pocos recursos para mantenerse. Y no sólo hago referencia al jardín en sí, sino también a todas aquellas cosas que se van a usar para mejorarlo: ya sean abonos o insecticidas, sin olvidarnos de las macetas o incluso de los semilleros. De lo que se trata es de ahorrar en todo lo posible, y esto es algo que podemos hacer reutilizando cualquier cosa que no vayamos a usar. Todo sirve: los desechos orgánicos se pueden echar al compostador; con las botellas de plástico podemos hacer prácticos semilleros, y con bloques o macetas rotas te invito a construir un banco, una jardinera, o aquello que necesites.
Pero claro, para que sea sostenible de verdad tenemos que elegir un tipo de plantas específico… que será aquel que esté adaptado a las condiciones meteorológicas de nuestra zona. Así, las plantas autóctonas son la mejor opción, pues te permitirán tener un jardín precioso a cambio de … nada, bueno sí, un riego mínimo durante el primer año de plantación; después, sólo tendrás que sentarte a contemplar cómo van creciendo.
Y, por cierto, no tienes que prescindir del césped. Aunque se suele pensar que el césped no es compatible con el jardín sostenible, cada vez es más fácil encontrar semillas de hierbas perfectamente adaptadas al clima local. Pero si buscas una alternativa, opta por tener una pradera de flores y hierbas silvestres: su necesidad de agua es hasta tres veces menor que en el caso del césped.
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El artículo Cómo es un jardín sostenible ha sido originalmente publicado en Jardineria On.