Si te gusta mucho sembrar semillas es probable que alguna que otra vez te haya pasado que el semillero que escogiste para sembrarlas se ha quedado pequeño. Esto, aunque podría ser una mala noticia en realidad no lo es, ya que significa que todas o prácticamente todas las semillas que pusiste han germinado. Pero ahora surge un problema: ¿cómo conseguir que sobrevivan?
Con el repicado. Pero esa es una tarea un poco complicada, puesto que las raíces son muy finas y se rompen con facilidad. Aunque con este sencillo paso a paso seguro que te será mucho más fácil.
¿Qué es el repicado?
Repicar plantas consiste en separarlas con cuidado con el fin de que puedan seguir creciendo normalmente. Es una tarea que se debe de realizar especialmente si, como comentábamos al principio, el semillero se ha quedado pequeño, o si hemos sembrado semillas de especies que tienen un ritmo de crecimiento rápido.
El mejor momento de hacerlo es cuando las plántulas tienen un tamaño manipulable; es decir, que han alcanzado una altura mínima de 5cm. Una vez alcanzada, las probabilidades de que sobrevivan al repicado son muy altas.
¿Cómo se hace?
Poco a poco y con mucha paciencia, en primavera o en otoño si vives en una zona con un clima suave 
. Aquí tienes el paso a paso:
- Riega el semillero.
- Extrae las plántulas del semillero, con cuidado de no romper el cepellón.
- Con cuidado, ve retirando el sustrato de las raíces. Puedes ayudarte con un pincel de brocha pequeña.
- Si ha quedado mucho sustrato adherido, introduce las raíces en un bol con agua y límpialas.
- Ahora, separa las plántulas desenredando las raíces.
- Rellena una maceta con vermiculita, y haz un agujero en el centro.
- Planta la plántula.
- Y finalmente riega con hormonas de enraizamiento caseras (aquí te explicamos cómo conseguirlas).
Para evitar problemas de hongos, te recomiendo además tratarlas con fungicida, ya sea natural espolvoreando con cobre o azufre, o químicos.
El artículo Qué es el repicado ha sido originalmente publicado en Jardineria On.