Es una de las plantas edulcorantes más populares, ya que además de ser muy decorativa, el azúcar que se extrae de sus hojas es apta para diabéticos. Con su tamaño reducido, se puede tener en maceta, por ejemplo, como centro de mesa en tu patio.
¿Quieres saber cómo cuidar la Stevia?
La Stevia rebaudiana es una planta de unos 30-35cm de altura con hojas verdes cuyos bordes son ligeramente aserrados. Es originaria de Paraguay, donde dispone de un clima suave todo el año, hecho que hace que su resistencia al frío sea baja. Pero eso no supone un problema, pues puede estar en el interior del hogar donde haya mucha luz durante todo el año, o bien sólo los meses de invierno.
Si se va a tener en el exterior, es importante protegerla del sol directo, especialmente en climas especialmente calurosos, en donde el mercurio del termómetro sube de los 30ºC. En caso contrario, la plantaremos en rincones que dispongan de sombra parcial. Para ello, utilizaremos turba negra de venta en viveros, a la que le habremos añadido un 10% de perlita. Así, nos aseguraremos de que el sustrato no quede encharcado tras el riego, evitando la pudrición de raíces.
La Stevia es una planta muy resistente, que no suele tener problemas de plagas ni enfermedades. Aunque como es mejor prevenir que curar, durante toda la temporada vegetativa -desde primavera hasta principios de otoño- se le harán tratamientos con aceite de Neem o extractos de ajo.
Asimismo, también se le dará abonos orgánicos una vez al mes, como humus de lombriz o estiércol de caballo, que mantendrán el sistema de defensas de la planta en perfecto estado de salud. Así, el crecimiento y desarrollo de tu Stevia será óptimo.
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El artículo Cómo cuidar la stevia ha sido originalmente publicado en Jardineria On.